La leyenda
Sweeney Todd nació en Brick Lane en 1756. Su padre era un alcohólico que daba frecuentes palizas a su madre y a él. A los 14 años es condenado, por el robo de un reloj, a cumplir 5 años de reclusión en la cárcel de Newgate. Allí aprende el oficio de barbero.
Cuando recupera la libertad trabaja primero como barbero ambulante, más tarde se establece en un local en Hyde Park Corner y posteriormente en Fleet Street.
Es en este local de Fleet Street donde comete sus crímenes. El sillón de barbero tenía un mecanismo que, al accionar una palanca, hacía que el cliente, al que previamente había rebanado el pescuezo con su afilada navaja, cayera a un sótano. Sweeney Todd entonces les robaba y escondía el cadáver en un antiguo túnel que había formado parte de un monasterio y que se encontraba bajo su local.
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| Sweeney Todd tenia su diabólica barbería en la parte trasera de este edificio de Fleet Street. |
No contento con los beneficios de los robos decide sacar partido también de los cadáveres. Su amante, Margery Lovett, tenía una tienda de pasteles de carne cerca de la barbería, por lo que deciden utilizar los cuerpos como nutritivo relleno y almacenar los huesos en una cripta de la iglesia de St. Dunstan-in-the-West. El procedimiento funciona y así asesina a más de 150 personas.
Pero la historia no les sale bien. La policía, investigando la desaparición de varios marineros, es alertada por los parroquianos de la iglesia acerca del repugnante olor. Descubren toda la trama y Sweeney Todd es condenado a muerte y ahorcado en Tyburn ante una multitud. Su amante se suicida envenenándose en la cárcel.
La historia real
La existencia de Sweeney Todd no ha sido probada. No aparece ningún documento oficial ni del juicio ni de la ejecución. Tampoco se ha encontrado ninguna noticia acerca de los crímenes o del caso en los periódicos de la época. La leyenda y el personaje se hicieron populares gracias a un folletín por entregas publicado en Londres en 1846. Pasó a formar parte del imaginario popular y Sweeney Todd saltó al teatro un par de años después y al cine en 1928.
Y eso no es todo. Es prácticamente seguro que la leyenda está basada en un mito popular que aparece en varias partes de Europa con un argumento similar. La dudosa calidad de la carne de los platos servidos en las tabernas hacía despertar la imaginación de las gentes. Dickens incluso, en Los papeles póstumos del club Pickwick incluye un diálogo acerca de la sospecha de que los pie estén hechos con carne de gato. Y las leyendas urbanas actuales en España acerca de los restaurantes chinos (que no hay gatos en los alrededores, que no hay tumbas de chinos en los cementerios ...) no son más que una actualización del mito.
Como ven, no hay nada nuevo bajo el sol.
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