Arthur Conan Doyle, Oscar Wilde y el hotel Langham

Por el título pueden ustedes estar un poco confusos.

¿De qué manera pueden estar relacionados dos escritores tan dispares como Doyle y Wilde? ¿Y el hotel Langham, qué pinta en esta historia?

Vamos al turrón.

 

The Langham visto desde BBC Broadcasting House

 

En 1889 Joseph Stoddart, editor estadounidense de la exitosa revista literaria Lippincott, viajaba a Londres con el objetivo de lanzar una edición británica de su revista. Aprovechó la ocasión para contactar con algunos escritores para contratar contenidos, y entre los elegidos estaban Arthur Conan Doyle (que ya era conocido aunque todavía no se habían alcanzado los niveles de popularidad que posteriormente tendrían sus novelas de Sherlock Holmes) y Oscar Wilde (ya muy conocido tanto en Reino Unido como en los Estados Unidos).

Stoddart, Doyle y Wilde cenaron juntos el 30 de agosto de 1889 en el hotel Langham, en Marylebone. De esa reunión tenemos referencia en las memorias de Arthur Conan Doyle, que quedó gratamente impresionado por la personalidad exquisita de Oscar Wilde. 


Placa conmemorativa de la reunión en cuestión


Aunque nos hemos hecho un spoiler con la fotografía anterior, tenemos que destacar que de esa reunión salió el contrato para que cada uno de los autores creara una obra para la revista. Arthur Conan Doyle escribió El signo de los cuatro, la segunda novela de Sherlock Holmes, y Oscar Wilde El retrato de Dorian Grey, su única novela.

Por lo visto, la reunión dio para más. Doyle quedó tan gratamente impresionado por Wilde que en El signo de los cuatro hay un personaje basado en él. El hotel Langham aparece también en la novela Escándalo en Bohemia  y en el relato corto La desaparicion de Lady Frances Carfax.



Entrada principal del Langham en Portland Place. Ya se ven pocos bombines en Londres


Aparte de por haber sido el escenario de tan productiva reunión, el Langham es remarcable por si mismo por ser uno de los hoteles emblemáticos de Londres. Cuando se abrió en 1865 y fue inaugurado por el príncipe de Gales, de sus 425  habitaciones 100 contaban con retrete y 36 más con baño. Como pueden imaginar, con estos lujos inmediatamente fue considerado como el hotel de la realeza. Además de esto tenía ascensor hidráulico y, desde 1879, iluminación eléctrica en el patio y la entrada.

Después de la segunda guerra mundial el edificio fue usado por la BBC como extensión de sus instalaciones al lado opuesto de la calle, hasta que en 1991 fue abierto de nuevo como hotel. Es muy famoso su afternoon tea en la Palm Court.

 

 Qué ver cerca:

 Relacionado:

 

 << Anterior: William Hogarth                                                        Siguiente: Guy's Chapel >>